Sarmiento: La educación como pilar del desarrollo social

Domingo Faustino Sarmiento es una figura central en la historia de la educación argentina, cuyo legado sigue resonando con fuerza en nuestros días. Nacido en 1811, su vida estuvo marcada por una incesante lucha contra la ignorancia y un ferviente deseo de democratizar el acceso al conocimiento. En un país que aún lidiaba con profundas divisiones sociales y económicas, su visión educativa se erigió como un faro de esperanza, abogando por una nación más equitativa a través del aprendizaje.

Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888) fue un destacado educador, político y escritor argentino. Nacido en San Juan, mostró desde joven un gran interés por la educación. Desempeñó el cargo de gobernador de San Juan varias veces durante el siglo XIX e incluso fue presidente provisional entre 1868-1874, además de ocupar nuevamente la presidencia desde 1874 hasta 1880. 

Sarmiento: La educación como pilar del desarrollo social

Sarmiento entendió que el avance de una nación dependía directamente del nivel educativo de su población. Por eso, abogó por un sistema educativo que beneficiara la inclusión social y el acceso a la cultura para todos los sectores de la sociedad. 

En sus viajes por Europa y América Latina, observó diferentes modelos educativos e incorporó ideas innovadoras sobre pedagogía, adaptándolas al contexto argentino.

Uno de sus legados más importantes fue el establecimiento de escuelas normales para formar maestros. Sarmiento creía firmemente en el papel fundamental del docente como agente transformador en la sociedad. A través del trabajo sostenido sobre la formación docente y la escolarización masiva, buscaba erradicar no solo la ignorancia individual sino también sentar las bases para una ciudadanía activa e informada.

Para él, educar significaba liberar a las personas del peso opresor de su propia ignorancia; buscaba formar no solo alumnos competentes sino ciudadanos responsables capaces de contribuir al bienestar colectivo.

En su obra más emblemática, Facundo o Civilización y Barbarie (1845), a través de la figura del caudillo gaucho Juan Facundo Quiroga, analiza las tensiones entre civilización y barbarie que caracterizaban a su tiempo; proponiendo a la educación como el medio clave para superar esas divisiones. 

Sarmiento falleció el 11 de septiembre de 1888 en Asunción del Paraguay mientras seguía activo políticamente. Su influencia se extendió más allá de Argentina, participando en conferencias internacionales sobre educación e impulsando reformas educativas inspiradas en modelos europeos y estadounidenses. 

El legado sarmientino nos recuerda que educar no es solo transmitir conocimientos sino también liberar potenciales humanos atrapados por circunstancias socioeconómicas adversas.

 

Las escuelas públicas en Argentina

Creación de Escuelas Normales: En 1870, Domingo Faustino Sarmiento impulsó la creación de las primeras escuelas normales en Argentina. Estas instituciones estaban destinadas a la formación de maestros y maestras, con el objetivo de elevar la calidad educativa del país. 

Las maestras estadounidenses: con el objetivo de modernizar la enseñanza y formar docentes en el país, Sarmiento trajo a estas educadoras, provenientes en su mayoría de Nueva Inglaterra. Llegaron a Argentina a partir de 1869 y desempeñaron un papel fundamental en la expansión del sistema educativo, especialmente en la formación de maestras argentinas. Gracias a su labor, se fortalecieron las escuelas normales, se introdujeron nuevos métodos pedagógicos y se fomentó la educación pública como pilar del desarrollo nacional.

Ley 1420 (1884): La Ley de Educación Común, conocida como Ley 1420, fue promulgada en 1884 y estableció la educación primaria obligatoria, gratuita y laica en todo el país. Esta ley fue fundamental para consolidar el sistema educativo público argentino.

Expansión durante el siglo XX: A lo largo del siglo XX, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, las escuelas públicas se multiplicaron y se diversificaron para atender a diferentes sectores poblacionales, incluyendo áreas rurales y urbanas marginales.
Educación Inclusiva: Desde finales del siglo XX hasta hoy, ha habido un creciente enfoque hacia una educación inclusiva que contempla a estudiantes con discapacidades o necesidades educativas especiales dentro del sistema escolar público.

Sarmiento: La educación como pilar del desarrollo social

Sarmiento en una frase

La frase "Donde hay una escuela, hay esperanza" es un resumen de su pensamiento educativo y social. Su convicción acerca del valor de la educación para el progreso de las sociedades se manifiesta en muchas de sus ideas y discursos.

El contexto histórico es importante: Sarmiento vivió entre 1811 y 1888, un período en el que Argentina buscaba consolidar su identidad nacional y mejorar sus condiciones sociales a través de la educación. 

Para Sarmiento, las escuelas eran más que simples instituciones educativas; eran espacios donde se sembraban las semillas del conocimiento, el civismo y el progreso.

En el pensamiento crítico promovido por Sarmiento radica también nuestra responsabilidad colectiva hacia futuras generaciones: seguir trabajando incansablemente hacia un sistema educativo argentino inclusivo donde cada niño tenga garantizado ese derecho primordial llamado aprendizaje sin barreras ni limitaciones impuestas por contextos adversos o estructuras injustas.

 

Foto 1: La embajada argentina en Estados Unidos exhibe retratos de 45 de estas pioneras, destacando su contribución al sistema educativo argentino. www.cancilleríaestadosunidos.gob.ar 
Foto 2: A los 15 años, en 1826, Sarmiento fundó su primera escuela en San Francisco del Monte de Oro, provincia de San Luis. Una fotografía histórica muestra la humilde construcción donde impartió clases. Agencia San Luis.