El otro Colapinto: el estudiante detrás del deportista de elite
La mayoría sabe que llegó a la Fórmula Uno, pero pocos conocen su historia como alumno. “Es un ejemplo: decidió terminar la escuela cuando estaba en la cumbre de su carrera”, afirma la docente Laura Castro.

Hace menos de un año, mucha gente desconocía que “Colapinto” era un apellido. Hoy, unos meses después, la mayoría sabe que sí y además posee un nombre para acompañarlo: Franco. Que en Argentina casi todas las personas ubiquen a Franco Colapinto cuenta con una explicación contundente: es el único argentino en llegar a la Fórmula Uno en los últimos 23 años, el único compatriota en sumar puntos en esa competencia en las últimas cuatro décadas y el tercer piloto en ganar el Olimpia de Oro en los 70 años que tiene este premio.
Los últimos meses de 2024 le bastaron para llenarse de pergaminos. Su currículum deportivo –aún en construcción– ya atesora varios logros de primer nivel. Pero detrás de ese deportista decidido hay un chico… un chico de apenas 21 años. Y ese joven, nacido en la ciudad de Pilar, es un ejemplo para cada bonaerense. Orgullo de la provincia de Buenos Aires.
“Celebramos con emoción el egreso de Franco Colapinto […] Franco nos inspira con su pasión y compromiso, y nos recuerda que los sueños se alcanzan con trabajo constante”, publicó hace unos días el Colegio del Pilar en su cuenta de Instagram, junto a las tres fotos que acompañan esta nota.
¿Cómo fue la cuestión? Colapinto se comunicó con la escuela, averiguó lo que tenía pendiente para finalizar la Secundaria, y cuando concluyó la temporada 2024 de Fórmula Uno se acercó para entregar trabajos y rendir lo que le faltaba. Un crack, pero de la vida.
“Es un ejemplo: decidió terminar sus estudios cuando estaba en la cumbre de su carrera. Tuve otros estudiantes que llegaron a destacarse en el deporte y lamentablemente no cerraron su etapa en el Secundario. Franco se contactó para hacer lo que debía y presentó todo en tiempo y forma”, le cuenta a Microscopía Laura Castro, docente de Prácticas del Lenguaje con una vasta trayectoria en la provincia y 25 años en el Colegio del Pilar.

“Destaco su esfuerzo y su valentía: es un chico que no necesitaba el título por un motivo económico y por eso me parece que tiene doble mérito. Llevó nuestra bandera a un lugar de privilegio, porque logró meterse entre los 20 mejores pilotos del mundo, y pese a eso decidió esforzarse para egresar. Franco viene de una familia trabajadora, sencilla, y ese entorno seguramente lo ayudó a ser como es”, agrega Laura.
Lo cierto es que Colapinto finalizó la Secundaria. Unos días después de correr en Abu Dabi –su novena carrera de Fórmula Uno–, se presentó en el Colegio del Pilar y cumplió el otro objetivo que se había planteado para 2024: terminar la escuela. Franco, al parecer, es un chico que trabaja hasta conseguir lo que quiere. Lo demuestra una anécdota que narra Laura…
“En una defensa oral, cuando tenía 14 años, le pregunté cuáles eran sus expectativas y me respondió: ‘Quiero ser piloto de Fórmula Uno’. Lo afirmó con una convicción que me quedé impactada. Me acuerdo que le conté a mi esposo que es fanático del automovilismo y él me dijo que era imposible que llegara. ‘Vos no lo conocés’, le dije. Es difícil de explicar, pero yo sentí que lo iba a lograr; siempre tuvo clarísimo cuál era su norte”.

¿Qué es lo más lindo de esta historia? Que al alcanzar ese objetivo tan anhelado, conservó su esencia. “Cuando vino a la escuela, a fines del año pasado, llegó con la humildad de siempre y además tuvo un gesto hermoso. A pesar de que recibió su título en buena ley, porque hizo todo lo que debía, nos regaló un diploma que agradecía nuestra ayuda en su recorrido educativo. Todas estas cosas hablan de quién es Franco, no hay que agregar mucho más. Es un chico que se merece este presente y en la escuela sentimos un gran honor en cada uno de sus pasos”, expresa Laura.
Está el Colapinto deportista, ese que ya es uno de los grandes exponentes de la Argentina, pero hay uno más. El otro Colapinto: el que finalizó la Secundaria y es un orgullo para toda la provincia.